Corrupción, paro, crisis
económica, pérdida de valores, éstas y otras lindezas parecidas, son el día a
día de todos nosotros. Una constante, que ya nos tiene hastiados, cansados, y
se que a muchos de nosotros, nos provoca náusea, rabia e impotencia.
Lo cierto es, que no solo los
gobernantes, los políticos son los responsables. Todos y cada uno de nosotros,
también lo somos. Y somos responsables por permitirlo.
Somos un pueblo cómodo. Los que
todavía conservamos algo, no estamos dispuestos a arriesgar. Ni siquiera el ver
como nuestros hijos se quedan sin futuro nos motiva. ¿Qué nos está pasando?.
Descendemos de una estirpe que
otrora conquistó el mundo, y no somos capaces de cambiar el nuestro.
La verdad, es que no tengo ni
idea de cómo hacerlo. Lo que si se, es lo que debemos hacer. Hemos de empezar
por renunciar (si es que alguna vez lo tuvimos), a ese llamado “Estado del
Bienestar”. Sencillamente, no se puede mantener. Al menos, yo, no quiero pagar
la sanidad a nadie. No quiero pagarle la educación a nadie. Que cada cual pague
la suya. Y esto sería posible si el trabajador, tuviese un salario digno que le
permitiese decidir si quiere o no un seguro sanitario. Estamos artos de oír,
que el sistema de pensiones es insostenible. Pues bien, que se liberalice. Los
que hay hasta ahora, a cuenta de los presupuestos generales. En adelante, que
cada cual se lo monte por su cuenta. Y en educación, conozco a un vecino, que
tiene un hijo de veintiocho años, vive con sus padres, y no os lo perdáis,
estudia cuarto de veterinaria, y…, lo hace con una beca!!!. Una beca que
pagamos todos vía impuestos. A ver, si es tonto y quiere estudiar, que se lo
pague él.
Debemos adoptar una política, o
más bien un pensamiento absolutamente liberal. Pues en estos momentos, es lo
único que podemos permitirnos.
Yo, he estado en los dos
extremos. He sido trabajador asalariado, y empresario. Así, entiendo el punto
de vista de ambos. Como trabajador, hubiese preferido ganar más, y decidir yo,
si quería sanidad y pensión o no. Pero no pude elegir. Se me pagaba un salario
que llegaba justo para sobrevivir, y se me estableció un sistema de sanidad y
pensiones que al igual que antes, apenas me da para lo mismo. Como empresario,
aparte del salario, debía pagar vacaciones, pagas extras, indemnizaciones por
despido, seguros sociales, etc. ¿Sabéis lo que eso supone para un pequeño
empresario?. Os digo de verdad, que esto hunde a cualquiera que no tenga un
gran respaldo económico. Por tanto, y por duro que os parezca, no sería mejor a
la manera americana: Trabajas, cobras. No trabajas, no cobras. Pero eso sí, te
pagan lo que realmente ganas, y de este modo, tu puedes cubrir sobradamente tus
necesidades.
El Estado, ni es, ni tiene porqué
ser mi madre.
Pero claro, decir todo esto en un país que ha padecido
treinta años de “socialismo”, y en el que se ha acostumbrado a la gente al
subsidio, a la subvención, y a que las ubres del estado surten de leche al pueblo,
puede resultar duro. Máxime si tenemos en cuenta, que desde el sistema
educativo se ha lavado el cerebro mas que educado a nuestros hijos.
Y…¿ qué decir de los políticos?.
Hablemos en las urnas. Hay más partidos que los que hasta ahora han gobernado.
Para los de ideología de izquierdas, está UPyD, sin duda más sano que el PSOE,
y mucho más que IU. Y para los que somos más conservadores, está Ciudadanos, o
incluso creo que aun queda algún resquicio de Falange, que por supuesto,
defendería los intereses de los trabajadores mejor que cualquier sindicato de
estos vividores que hay ahora.
No, no me he vuelto loco, y para
quien crea que es así, le recomiendo que se lea el pensamiento de José Antonio
Primo de Rivera, fundador de la Falange, y después que me lo cuente.
Bien, grosso modo, esta es mi visión e idea de lo que es, y
podría ser. Iré ampliando esta visión en sucesivas entradas.
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