viernes, 22 de marzo de 2013


Corrupción, paro, crisis económica, pérdida de valores, éstas y otras lindezas parecidas, son el día a día de todos nosotros. Una constante, que ya nos tiene hastiados, cansados, y se que a muchos de nosotros, nos provoca náusea, rabia e impotencia.
Lo cierto es, que no solo los gobernantes, los políticos son los responsables. Todos y cada uno de nosotros, también lo somos. Y somos responsables por permitirlo.
Somos un pueblo cómodo. Los que todavía conservamos algo, no estamos dispuestos a arriesgar. Ni siquiera el ver como nuestros hijos se quedan sin futuro nos motiva. ¿Qué nos está pasando?.
Descendemos de una estirpe que otrora conquistó el mundo, y no somos capaces de cambiar el nuestro.
La verdad, es que no tengo ni idea de cómo hacerlo. Lo que si se, es lo que debemos hacer. Hemos de empezar por renunciar (si es que alguna vez lo tuvimos), a ese llamado “Estado del Bienestar”. Sencillamente, no se puede mantener. Al menos, yo, no quiero pagar la sanidad a nadie. No quiero pagarle la educación a nadie. Que cada cual pague la suya. Y esto sería posible si el trabajador, tuviese un salario digno que le permitiese decidir si quiere o no un seguro sanitario. Estamos artos de oír, que el sistema de pensiones es insostenible. Pues bien, que se liberalice. Los que hay hasta ahora, a cuenta de los presupuestos generales. En adelante, que cada cual se lo monte por su cuenta. Y en educación, conozco a un vecino, que tiene un hijo de veintiocho años, vive con sus padres, y no os lo perdáis, estudia cuarto de veterinaria, y…, lo hace con una beca!!!. Una beca que pagamos todos vía impuestos. A ver, si es tonto y quiere estudiar, que se lo pague él.
Debemos adoptar una política, o más bien un pensamiento absolutamente liberal. Pues en estos momentos, es lo único que podemos permitirnos.
Yo, he estado en los dos extremos. He sido trabajador asalariado, y empresario. Así, entiendo el punto de vista de ambos. Como trabajador, hubiese preferido ganar más, y decidir yo, si quería sanidad y pensión o no. Pero no pude elegir. Se me pagaba un salario que llegaba justo para sobrevivir, y se me estableció un sistema de sanidad y pensiones que al igual que antes, apenas me da para lo mismo. Como empresario, aparte del salario, debía pagar vacaciones, pagas extras, indemnizaciones por despido, seguros sociales, etc. ¿Sabéis lo que eso supone para un pequeño empresario?. Os digo de verdad, que esto hunde a cualquiera que no tenga un gran respaldo económico. Por tanto, y por duro que os parezca, no sería mejor a la manera americana: Trabajas, cobras. No trabajas, no cobras. Pero eso sí, te pagan lo que realmente ganas, y de este modo, tu puedes cubrir sobradamente tus necesidades.
El Estado, ni es, ni tiene porqué ser mi madre.
Pero claro,  decir todo esto en un país que ha padecido treinta años de “socialismo”, y en el que se ha acostumbrado a la gente al subsidio, a la subvención, y a que las ubres del estado surten de leche al pueblo, puede resultar duro. Máxime si tenemos en cuenta, que desde el sistema educativo se ha lavado el cerebro mas que educado a nuestros hijos.
Y…¿ qué decir de los políticos?. Hablemos en las urnas. Hay más partidos que los que hasta ahora han gobernado. Para los de ideología de izquierdas, está UPyD, sin duda más sano que el PSOE, y mucho más que IU. Y para los que somos más conservadores, está Ciudadanos, o incluso creo que aun queda algún resquicio de Falange, que por supuesto, defendería los intereses de los trabajadores mejor que cualquier sindicato de estos vividores que hay ahora.
No, no me he vuelto loco, y para quien crea que es así, le recomiendo que se lea el pensamiento de José Antonio Primo de Rivera, fundador de la Falange, y después que me lo cuente.
Bien, grosso modo,  esta es mi visión e idea de lo que es, y podría ser. Iré ampliando esta visión en sucesivas entradas.